El mantenimiento es aquella acción
por medio de la cual se busca mejorar ciertos aspectos relevantes en un
determinado establecimiento como la seguridad, confort, productividad, higiene,
imagen, etc. Existen tres tipos de mantenimiento:
1) Correctivo: el
mantenimiento correctivo, también conocido como reactivo, es aquel que se
aplica cuando se produce algún error en el sistema, ya sea porque algo se
averió o rompió. Cuando se realizan estos mantenimientos, el proceso productivo
se detiene, por lo que disminuyen las cantidades de horas productivas. Estos
mantenimientos no se aplican si no existe ninguna falla. Es impredecible en
cuanto a sus gastos y al tiempo que tomará realizarlo.
2) Preventivo: este
mantenimiento, también conocido bajo el nombre de planificado, se realiza
previo a que ocurra algún tipo de falla en el sistema. Como se hace de forma
planificada, no como el anterior, se aprovechan las horas ociosas para llevarlo
a cabo. Este mantenimiento sí es predecible con respecto a los costos que
implicará así como también el tiempo que demandará.
3) Predictivo: con
este mantenimiento se busca determinar la condición técnica, tanto eléctrica
como mecánica, de la máquina mientras esta está en funcionamiento. Para que
este mantenimiento pueda desarrollarse se recurre a sustentos tecnológicos que
permitan establecer las condiciones del equipo. Gracias a este tipo de
mantenimientos se disminuyen las pausas que generan en la producción los
mantenimientos correctivos. Así, se disminuyen los costos por
mantenimiento y por haber detenido la producción.